El estilo de vida medio americano
exige unos 6.800 litros diarios y el 70% de esa cantidad está destinado a
sustentar nuestra alimentación. Si cada uno de nosotros aprendiera a conservar
solo un poco más de agua, podríamos conseguir grandes ahorros. La compañera de
Freshwater de National Geographic, Sandra Postel, piensa que deberíamos comenzar con estos sencillos cambios:
Elige un jardín exterior apropiado a
tu clima. Las plantas y el césped autóctono que prosperan únicamente gracias al
agua de lluvia son los mejores.
Instale alcachofas de ducha de bajo
caudal y aireadores para los grifos. Al ahorrar agua caliente, también reducirá
su factura eléctrica.
Si está buscando un inodoro, compre
uno de bajo volumen, ultra bajo volumen o con doble cisterna.
Arregle los grifos que goteen. Todas
esas gotas desperdiciadas pueden llegar a alcanzar los 37-95 litros de agua al
día.
Recicle el plástico, el vidrio, los
metales y el papel. Compre productos reutilizables en lugar de productos de
usar y tirar, ya que la fabricación de casi todo requiere agua.
Cierre el grifo mientras se cepilla
los dientes y lava los platos. Recorte en un minuto o dos el tiempo que dedica
a la ducha. Incluso las cosas más pequeñas pueden marcar la diferencia si las
hacen millones de personas.
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